Zenobia y "The Queen"


14 febrero, 2012

El Club ZENOBIA comenta el libro: Una lectora poco común

“No pones la vida en los libros, la encuentras en ellos”

Una de las lectoras de este grupo dijo que le había gustado mucho el libro, entre otras cosas, porque su lectura le había parecido fácil.Comentó que había tenido que dejar la escuela muy pronto y que ha sido ahora, ya de mayor, cuando ha empezado a leer.

Una de las lectoras más veteranas le contestó que nunca es tarde:

-Mira la reina de Inglaterra.

En la página 51 de la novela, la protagonista, o tal vez el mismo autor escondido en esa imaginaria Isabel II, dice:

“¿Sabes que te dije que tú eras mi amanuense? Pues he descubierto lo que soy yo. Soy una opsimatis.

Con el diccionario siempre a mano, Norman leyó en voz alta:

Opsímata: persona que aprende tarde en la vida.”

Este fue uno de los temas tratados en esta reunión que comenzó con la lectura del cuaderno viajero por parte de Trini y de un comentario de Carmen, quien se encontraba de viaje y no pudo asistir a la reunión.

Carmen lanza varias preguntas en su comentario, una de ellas: ¿Es este libro simplemente una reflexión sobre el ser humano y su capacidad de transformación?

Casi todas coincidieron en que la lectura hace posible en las personas esa transformación al mostrar otras realidades posibles, “un libro es un artefacto para encender la imaginación”.

La historia efectivamente es poco creíble, las lectoras del grupo coincidían en que se trataba más bien de una fábula, un alegato en defensa de la lectura con frases como: “A los libros no les importaba quien los leía o si alguien los leía o no. Todos los lectores eran iguales, ella incluida. La literatura, pensó, es una mancomunidad, las letras una república.

… Los libros no se sometían, todos los lectores eran iguales.”

Se comentó también el paso de la lectura a la escritura, las diferencias entre el acto de leer y el proceso creativo de escribir que implica compromiso.

También se habló de la lectura como evasión, una lectora comentó que se puso a leer mientras cocía huevos al fuego y que cuando se percató del olor a quemado, los huevos se encontraban ya totalmente pegados a la olla y sólo quedaba la mitad de cada uno. Resultó que lo de que se pegaran los guisos por culpa de los libros era algo común en el grupo, a más de una ya le había pasado.

Al terminar la reunión se hizo entrega del nuevo libro: Pequeñas infamias de Carmen Posadas. Se citó al grupo para la próxima reunión el 13 de marzo y se hizo entrega del cuaderno viajero a Ana Mª.

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