El amante de Lady Chatterley
5 de junio de 2012 reunión del club de lectura MANANTIAL
El amante de Lady Chatterley/D.H. Lawrence
La reunión se inició con los preparativos de una merienda de cumpleaños de Ana Vilchez y M. Carmen Casanova que trajeron una tarta, mientras tanto escuchamos los comentarios escritos por Carmen Santiago en el cuaderno viajero que recogían el sentir de parte del grupo hacia esta novela: decepción.
Evidentemente aquellos que esperaban emociones, sentimientos y pasión se han sentido decepcionados ante un autor dogmático que pone a unos personajes al servicio de sus ideas en defensa de lo natural y lo primitivo frente a una industrialización deshumanizadora.
Como alguien comentó, no esperéis encontrar a Madame Bobary, ni a Ana Karenina, ni a ninguna heroína de Austen o las Bronte, estamos ante un autor controvertido hijo de un minero y una maestra nacido en Inglaterra en la crisis mundial que marcó los inicios del siglo XX.
-“Esta lectura me ha dejado mal” -comentaba una lectora- “me he perdido en la intelectualidad”.
Sin embargo otros comentaron la increíble vigencia de los temas tratados: el dinero, las masas, el socialismo, la juventud, el feminismo, los conflictos entre sexos, los intelectuales, luchas de clases etc. Mientras algunos se bebieron la novela de un tirón otros consiguieron terminarla a duras penas.
Y es que Lawrence no deja indiferente, dejando tras su lectura partidarios y detractores que consiguieron que la reunión del pasado martes estuviese de lo más animada.
Se habló de capitalismo frente a socialismo, de clases sociales, de sexo.
Se comentó el lenguaje utilizado, los símbolos empleados y sobre todo se habló de los personajes:
Los principales: Constance, Clifford, Mellows, un triangulo en el que cada vértice carga con el peso de la trama y actúa como contrapunto. Se comentó la metamorfosis que sufren Constante, hacia lo natural y Clifford hacia lo intelectual.
Los secundarios: el padre de Constante, Hilda, su hermana, la mujer de Mellows, los invitados de Clifford y como no, la señora Bolton que nos inspira sentimientos contradictorios como el personaje mismo en sí.
La relación entre la dama y el guardabosques fue calificada como poco creíble por alguno de los asistentes y ello dio pie a un nuevo debate sobre el amor, la pasión y las formas de expresarlo, - Cada pareja tiene su lenguaje- comentó un lector, yo he disfrutado este libro.
- Es explicable el cambio que se produce en ella, decía una lectora, él despierta su sexualidad porque en realidad Constante no había tenido verdaderos amantes. Hasta que conoce a Mellows, sólo había estado con “eyaculadores precoces”, incluso un amante llega a reprocharle que ella esperara sentir placer-
-Curiosamente, no es la parte erótica lo que más me ha sorprendido del libro- comentaba otro de los asistentes, sino la vigencia de temas filosóficos y políticos-
La reunión alcanzó un alto nivel de libertad de expresión y clima de confianza, al final la coordinadora aportó algunos datos sobre la vida y obra de D.H. Lawrence ya que consideró que serían esclarecedores para la comprensión de su obra.
Como anecdotario de esta reunión queda el episodio de la caja que Constante regala a Mrs Bolton y que una lectora describe detalladamente, como si realmente la hubiese visto, expresando su deseo de poder tener algún día una caja como ésa.
El grupo se despidió hasta septiembre, la coordinadora se comprometió a facilitarles una lista de lecturas para el verano y a organizar de cara al otoño una ruta literaria por Valladolid. La tarta estaba exquisita, damos fe de ello.
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