Zenobia comenta "Gatopardo" de Giuseppe Tomasi de Lampedusa
“Si queremos que todo
siga igual, es necesario que todo cambie”
Algunas lectoras del club de lectura Zenobia se confesaron
totalmente conquistadas por el príncipe Don Fabrizio, una especie en extinción
que es testigo del declive de la casa Salina, representada en su escudo de
armas por un gatopardo.
Los primeros capítulos de esta novela transcurren en la segunda mitad del siglo diecinueve, a
Sicilia ha llegado la revolución iniciada en los reinos del Piamonte, encabezada por
Garibaldi, quien, entre otras cosas, pretende acabar con los privilegios de la
nobleza.
Tras la revolución, el arrivismo al poder de los burgueses –
“He entendido muy bien, no nos queréis destruir a nosotros…, queréis ocupar
nuestros puestos.” Comenta el príncipe que representa a la nobleza, la clase
que hasta entonces había ejercido el poder.
Todos confiesan haber disfrutado con la historia y reconocen
que la obra ha superado el paso del tiempo para convertirse en un clásico, el estilo narrativo
de Lampedusa es intachable, nos deleitamos releyendo el párrafo de la
descripción del jardín en el primer capítulo de la obra, “un jardín para
ciegos” en el que la sensualidad y la muerte se dan la mano, triunfando por encima de todo las fragancias y perfumes
magistralmente descritos.
El personaje principal acapara muchos comentarios, su
carácter a la antigua, sus modales, ideología, sentido del humor, visión de la
realidad, relación con sus hijos, con su esposa (Aurora nos lee el párrafo en
el que se perdona a sí mismo por haberse
ido con la prostituta, achacando la culpa a su esposa Stella a la que nunca
había visto el ombligo) la relación con el cura, con su perro Bendicó, con la bella
Angélica y con su querido sobrino Tancredi.
Observando la estructura de la obra, un lector comenta que
parece como si faltara texto, que el último capítulo está muy espaciado en el
tiempo de los anteriores y faltan muchas cosas, de hecho María comenta que se
ha quedado con las ganas de asistir a la boda de Tancredi, además hay sucesos
que de alguna manera se anticipan en los primeros capítulos, pero luego no
quedan aclarados en los posteriores, como por ejemplo las infidelidades en el
matrimonio de Angélica y Tancredi.
Releemos el triste final de la novela, cuando a
Concetta le revelan que Tancredi la
quiso a ella y se percata de que fueron su orgullo y su educación los que le han
amargado la vida.- Es como si se
desprendiera de una venda y contemplase la realidad- dice una lectora, es la verdadera víctima de
esta historia, la gran sacrificada, dice otra.
- ¿Porqué creéis que es tan importante la figura del perro
Bendicó? Pregunta la coordinadora.
Representa la lealtad, es el gran amigo del príncipe y está
presente en casi todas las escenas, al final del libro, cuando ya disecado
Conceta lo arroja por la ventana, el perro es como el gatopardo, el símbolo de la
Casa Salina que ya no vale nada.
El alcalde, casado con una mujer bellísima pero que apenas
sabe hablar representa la nueva clase emergente, inculto, sin gusto al vestir, pero
con mucho sentido práctico. Como decía
el Príncipe los leones y gatopardos serán sustituidos por hienas y chacales.
La muerte está muy presente, de hecho, la descripción de la
muerte de Fabrizio es uno de los más bellos textos de la novela, también la
sensualidad en las descripciones de comidas, escenas en la naturaleza y de la
propia Angélica que seduce a todos a su llegada al baile.
Eugenio lanza una pregunta al grupo -¿Porque creéis que las tres hermanas
permanecen solteras?, Pilar responde contundente: Porque ya no quedaban
príncipes para ellas. Son víctimas de su
propia educación, las últimas de la familia encerradas en su palacio en ruinas
y coleccionando reliquias que para colmo resultan ser falsas.
Con la lectura del cuaderno viajero por parte de Aurora,
damos por terminada la reunión. La próxima cita será el 18 de marzo a las 17
horas para comentar “La predicción del astrólogo” del autor local Teo Palacios.
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