La Biblioteca recuerda a un antiguo marino
Coincidiendo
con la donación a la biblioteca de
antiguos objetos que pertenecieron a Camilo Carlier, fue publicado el magnífico
artículo de Jesús Barbero “Un marino ilustre por tierras nazarenas: Camilo
Carlier Romero ( 1839-1916), aprovechamos la feliz coincidencia para organizar
una pequeña exposición y rendir homenaje a este personaje vinculado con
nuestra ciudad, justo ahora que se cumplen cien años de su muerte.
Camilo
Carlier nació en San
Fernando en el seno de una familia de marinos, siguiendo la trayectoria
familiar finaliza sus estudios de Guarda
Marina e inicia su carrera en el mar embarcándose en distintos barcos de la
época: vapores, fragatas y corbetas.
Visitó lugares tan dispares como: Santa Cruz
de Tenerife, Cartagena, Puerto Rico, Filipinas, Cabo de Buena Esperanza, isla de Java, Hong-Kong y La
Habana.
Con tan solo 21 años participó en la batalla
de los Castillejos (1860), que resultó
tan decisiva en la guerra de África, por la valentía demostrada en la misma le
fue concedida la cruz de San Fernando. El joven marino iba subiendo puestos en
su carrera militar, de alférez pasó a teniente y por último a capitán de navío,
recibió numerosas condecoraciones y honores. Con 29 años casa con la señorita
de Sanlúcar de Barrameda, Gloria Matheu, la flamante esposa tenía 19 años. El
matrimonio no tuvo hijos.
Camilo Carlier ejerció también como profesor
en el Colegio Naval Militar de San Fernando y en su última etapa profesional
formó parte de una comisión hidrográfica, que tenía por objeto levantar planos
de la costa comprendida entre la desembocadura del Guadiana y el cabo
Trafalgar, los últimos años de su carrera, con una salud maltrecha pasó a
distintos puestos en tierra, hasta que finalmente se jubiló.
A Dos Hermanas llegó, ya jubilado, en 1898 acompañado de su mujer y de su cuñada
Eloisa. La villa se había convertido en
un lugar de descanso para las clases
acomodadas de la capital proliferando las huertas y villas de recreo en
donde los sevillanos pudientes pasaban los periodos estivales y de ocio de tal
suerte que nuestra ciudad llegó a
denominarse la Versalles de Sevilla.
La casa que adquirió el matrimonio Carlier
es la número 25 de la calle Nuestra Señora de Valme haciendo esquina con el
callejón de San Luís, esta casa aún se conserva, aunque muy reformada. Por entonces era una
casa muy admirada por la cantidad de objetos decorativos valiosos que guardaba,
recuerdos que el viejo marino había regalado a su esposa de sus numerosos
viajes.
Durante los 18 años que el marino vivió en
Dos Hermanas se implicó en la vida cotidiana de la villa y se vinculó a dos
hermandades: la de Valme y la de Veracruz.
Fallecido Carlier, Doña Gloria, que estaba
ciega, quedó al cuidado de su criada Juana Gómez, de la cercana localidad
de Los Palacios, ambas se trasladaron a
una casita modesta, previa subasta de mobiliario y muchos de los enseres que
fueron expuestos para venta en el salón de la antigua casa. Algunos de los objetos
de nuestra exposición fueron heredados por Juana a la muerte de su señora,
pasando posteriormente a Ana López Gómez,
quien los ha cedido a la biblioteca.
Nos hubiera encantado contar con un retrato
de Camilo Carlier, lo hemos buscado en archivos navales, hemos preguntado a
estudiosos del tema, pero no lo hemos conseguido, tal vez algún día, cuando
menos lo esperemos, podamos ponerle
rostro al protagonista de esta pequeña exposición.
La batalla de los Castillejos
(1860)
El 1º de enero de 1860 se libró
en los altos y en el valle de los Castillejos (muy cerca de Ceuta) esta famosa
batalla, dentro del contexto de la llamada Guerra
de África (1859-1860).
En líneas generales, el combate se desarrolló de la siguiente manera. Al
amanecer de aquel primer día de enero de 1860, las tropas emprendieron la
marcha desde Ceuta hacia Tetuán, siguiendo el camino de ese mismo nombre,
paralelo a la playa de Tarajar. En vanguardia marcha el general Prim, al mando de la División de Reserva,
seguidos de O'Donnell, con su Estado Mayor y el Cuartel General, en retaguardia marcha el Segundo Cuerpo. El Tercer Cuerpo, al mando de
Ros de Olano, se atrincheró en zonas altas del valle.Frente a la playa se
encuentra posicionada parte de la escuadra, con el
fin de facilitar el avance de las tropas de tierra, conteniendo al enemigo
mediante fuego de artillería y también desembarcando, directamente en la playa, tropas de
marinería y de Infantería de
Marina, que se encargarán de evacuar y trasladar a bordo
a los heridos y de dar apoyo, en caso necesario, a las tropas de tierra (es
aquí donde interviene Carlier).Las fuerzas moras tenían por objetivo impedir el
avance de las tropas españolas en su camino hacia Tetuán y para ello, estaban
posicionadas, en su mayoría, en los altos del valle. Las primeras actuaciones
estuvieron a cargo de las tropas de Prim. Apoyados por la artillería de la
marina, consiguieron sin grandes dificultades desalojar al enemigo de sus
posiciones, al que obligaron a huir hacia el valle, refugiándose en la Casa del
Morabito y en los bosques próximos.
Tras ello y con el apoyo de la artillería de montaña del Tercer Cuerpo,
las tropas de caballería de Prim descendieron al valle y, junto a la infantería
de marina, que había desembarcado y estaba al mando del capitán de
fragata Lobo. Las tropas marroquíes, que tenían por objetivo recuperar a toda costa
sus posiciones iniciales perdidas, se lanzaron a una serie de furiosos ataques
contra las de Prim, dando lugar a enconados combates. Finalmente, llegado el
atardecer, las tropas españolas habían conseguido prácticamente todos sus
objetivos, desalojando de sus posiciones al enemigo, que se batió en retirada,
dejando expedito el camino a O'Donnell y sus tropas, en su camino hacia Tetuán.
En el expediente militar de Carlier leemos lo siguiente:
«[Carlier] protegió las operaciones de
dicho ejército durante su marcha por la costa desde Ceuta á Tetuán, siguiendo
sus movimientos y hostilizando á los enemigos siempre que hera (sic) posible ó necesario = El 1º de Enero [de
1860] desembarcaron veinte hombres al
mando del guardia marina habilitado de oficial á que corresponde esta hoja
[se refiere a Carlier] y en unión de las
demás fuerzas desembarcadas de los otros buques batieron hacia el interior á
los Marroquíes que habían empeñado la acción de los Castillejos». Por esta
acción consiguió Carlier la cruz de San Fernando, la máxima condecoración
militar de nuestro país.
La exposición consta de:
Condecoraciones y títulos de
Carlier
Instrumentos marítimos antiguos
Postales escritas por el marino
a una amiga
La maqueta de un barco del siglo
XIX
Nuestro agradecimiento por
haber hecho posible esta exposición a:
Ana
López Gómez, David Hidalgo, Jesús Barbero y Antonio Valle.
Para saber más de Camilo Carlier: Barbero Rodríguez, Jesús.” Un marino ilustre por tierras nazarenas:
Camilo Carlier Romero (1839-1916)” en Revista Cultural Dos Hermanas 2016; p.p.
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