El club “Zenobia” comenta “La sangre de los libros” de Santiago Posteguillo
La sangre de los libros es una invitación a no tener miedo al líquido rojo
de los sentimientos que los escritores, que las escritoras, transforman magistralmente,
con la genialidad de su intuición, en tinta negra, impresa o digital, eso no
importa, donde se nos hace pensar sobre la vida, sobre el lugar de dónde
venimos y aquel hacia dónde vamos; donde se nos plantea quiénes somos y donde
más de una vez se permite que la justicia y la libertad salgan victoriosas y
nos llenen de felicidad.
El club
más veterano de la biblioteca Pedro Laín Entralgo se reunió el martes, 22 de
noviembre, para comentar un libro que trata sobre otros libros, 30 capítulos
que hacen referencia, cada uno, a algún secreto, anécdota o curiosidad
referente a algún autor u obra de la literatura universal. Cada capítulo va encabezado por un título sugerente (Duelo en la nieve, Cartas rotas) pero
estos títulos no hacen mención al autor del que se está hablando en ese
capítulo, de manera que en algunas ocasiones, no sabemos hasta la mitad o el
final del capítulo de quien se trata.
Al igual
que pasó anteriormente con el club Manantial, todos querían hablar de aquellas
anécdotas que más les conmovieron, de algunas obras mencionadas, o de su autor
favorito: Cicerón, Lope de Vega, Quevedo, Víctor
Hugo, Charlotte Bronte, Poe, Bécquer, Bram Stoker, Emilio Salgari, Shelley,
Agatha Christie, D.H. Lawrence, Pessoa…
Gracias a la lectura del libro nos hemos enterado de algunas
anécdotas que desconocíamos.
-Vaya, no sabía que Espronceda fuese liberal- comentaba una
lectora
- Pobre
Emily Dickinson, padeciendo de agorafobia, si yo tuviese que estar todo el día
encerrada en mi casa me muero- dijo otra
-Qué
casualidad que cuando murió Bécquer hubiese un eclipse, es como si el día se
pusiese de luto por un poeta que muere olvidado-
-Qué
maravilla que la obra de Victor Hugo sirviese para salvar la catedral de Notre
Dame, comentaron varios ante esta historia que tanto gustó.
A pesar
de que muchos coincidimos en que no se trata de una gran obra de prosa elaborada, sino algo más bien sencillo y
divulgativo, todos reconocimos que la lectura resultó amena e ilustrativa.
A la
hora de encontrar una línea en común de todas las historias narradas llegamos a
las siguientes conclusiones:
- Muchos
de los autores elegidos sufrieron grandes desgracias en sus vidas o murieron
pobres y olvidados.
- Los
editores salen muy malparados.
- La
suerte o el azar parece que juega un papel importante en la literatura
seleccionada.
- Las
menciones a Cervantes son frecuentes a lo largo del libro.
Nuestro
agradecimiento a Isabel Selfa, por sus precisos y hermosos comentarios en el
cuaderno viajero y por la exquisita tarta de chocolate que elaboró para la
merienda del club.
La
próxima reunión el martes, 20 de diciembre para comentar “El mundo” de Juan
José Millás.
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