Un café solo con el club Zenobia
Comenzamos, como no, hablando del hambre, ese gato que araña
con sus diminutas uñas y causa un dolor punzante.
Pasamos luego a comentar a los distintos personajes, los
principales y los secundarios, también comentamos el frío que se pasa leyendo
la novela y otras sensaciones como la tristeza, la impotencia y la amargura.
Recordamos los símbolos: el color blanco, la serpiente, el colimbo ártico,
Moscú y el zar.
Intentamos contestar entre todos a una interesante pregunta
que lanzó una persona del club ¿Por qué creéis que un autor tan joven escribió
una historia así?
Se lanzaron distintas hipótesis, para recordar la historia
de su país, para levantar conciencias, para recordar el valor de los alimentos
frente al dinero.
Y por último hablamos del instinto de supervivencia, de una
historia escrita en la frontera de seres humanos que ya no saben si están vivos o son fantasmas vaciados
de todo menos del hambre.
Con regustillo en la
boca por ese café intenso, materia para
reflexionar y ganas de empezar a leer la próxima novela despedimos la reunión.
M. Carmen Gómez Valera (coordinadora)
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