Despedida en París
La peculiaridad de esta historia es que ha sido contada
desde dentro, desde el mismo lugar de los hechos, situando al lector junto al
pueblo hambriento que busca desesperadamente armas para alzarse contra los tiranos, pero este pueblo no ha sido
tratado como una masa anónima, no, en esta obra ponemos cara, nombre y relato a
cada personaje, así en las primeras páginas nos encontramos con la descripción
detallada de 25 cadáveres, sus rostros, vestimentas y oficios que tuvieron en vida. Nos
enfrentamos también al muro de frialdad del funcionario burócrata cuando Louis,
muerta de miedo, va a reconocer el cadáver de su hermano.
El autor nos aporta datos sobre la vida y costumbres de
aquella época, descripciones detalladas de vestimentas, oficios, paisaje urbano
y contexto social, argumentos que justifican sobradamente cómo un pueblo es
capaz de alzarse en armas contra el
poder establecido.
Los lectores nos paseamos por las calles de París, entonces
la ciudad más grande del mundo, escuchamos los discursos enardecidos que se pronuncian en
las tabernas, participamos en el saqueo
de las armas, contemplamos atónitos como roban los antiguos cañones del
desfile, obsequio del rey de Siam y nos encaminamos hacia la Bastilla para
asaltarla.
Desde el principio de la novela el autor manifiesta sus
intenciones, desvela los entresijos de su escritura – Hay que escribir lo que
se ignora…hay que plantearse las cosas a partir de la multitud sin nombre-
En la historia oficial se han engrandecido a los
representantes oficiales del pueblo, pero en esta novela, los representantes
del pueblo, el tercer estado, son abucheados, zarandeados e insultados
cuando envían una delegación para intentar negociar, han perdido su
credibilidad, no son los héroes que pintan las crónicas oficiales.
En una esclarecedora entrevista, el autor comenta
refiriéndose a movimientos sociales como el 15M, las manifestaciones de los
chalecos amarillos en Francia o la Primavera árabe – La base de los movimientos
reivindicativos de hoy es que los principios democráticos, la libertad y la
igualdad, han sido traicionados por sus representantes-
Comentamos en el grupo la posibilidad de próximas
revoluciones y sus motivos, estuvimos comentando acerca de las oleadas de
migraciones ocasionadas por hambrunas y
guerras, del acelerado cambio climático, de la corrupción de la clase política,
de la guerra del agua, pero también estuvimos analizando la pasividad de la
gente, el adormecimiento del estado del bienestar y la desinformación
generalizada. Comentamos las manifestaciones que actualmente se están llevando
a cabo en Francia ante la nueva ley que aumenta la edad de jubilación dos años,
¿Es el pueblo francés mucho más reivindicativo que otros?
Como algo negativo de la novela, hasta el punto de que
algunos dejaron su lectura por ello, señalamos el excesivo uso de nombres y
apellidos en ese intento de dar visibilidad a la masa anónima, reconocemos el
titánico esfuerzo en la búsqueda de documentación por parte del autor, pero
tanto dato llega a cansar.
No podemos terminar sin aludir al último capítulo titulado Lluvia
de papeles, un llamamiento a abrir ventanas para airear estancias que
hieden a corrupción, a lanzar por las ventanas alegatos, escritos jurídicos,
reglamentos, en definitiva esa pesada burocracia que nos degrada, una arenga
para que nos rebelemos contra la injusticia como hicieron los franceses aquel
14 de julio.
Terminamos la reunión
con la lectura del cuaderno viajero con unas hermosas palabras de Mari Carmen
Ayala y nos despedimos hasta el próximo curso deseándonos un feliz verano.
M. Carmen Gómez Valera (coordinadora), Dos Hermanas, mayo,
2023.
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