Club de Lectura Las Portadas
Club de lectura Las Portadas
Este mes hemos leído en el Club de lectura Las Portadas el libro “Las vencedoras” de Laetitia Colombani. Nos ha encantado. Algunas comentaron que es un libro que no se lee, que se vive.
Dos mujeres, con un siglo de diferencia (1925-2019), muestran las vivencias del origen y el presente del Palacio de la Mujer en París. Cuántas mujeres en la historia han pasado desapercibidas, ignoradas por todos, simplemente por ser mujer. Ese es el caso de Blanche Peyron, que promovió en Francia el Ejército de Salvación, integrado especialmente por mujeres y con una labor social impresionante. Su única meta era paliar un poco la pobreza y sus consecuencias. William Booth, su creador, decía “No puedo presenciar el sufrimiento sin preguntarme dos cosas: ¿Cuál es la causa y qué puedo hacer para remediarlo?” Entre las grandes obras que consiguió Blanche, junto a su marido Albin, fue la creación del Palacio de la Mujer, para mujeres sin recursos. Con mucho esfuerzo, mucha lucha y la colaboración de muchas personas e instituciones, lo hizo realidad. Y sigue existiendo a día de hoy, y sigue ayudando a cientos de mujeres en riesgo de exclusión social.
Y es aquí donde aparece Soléne, una abogada de 40 años, de buena posición, pero cuya vida se mueve en base a los que los demás quieren de ella, sus padres, su familia, su pareja. Ella hubiera querido ser escritora, pero “no tocaba”.
Por una desgracia, Soléne cae en depresión y le aconsejan hacer un voluntariado, en el Palacio de la Mujer, a través de la Asociación Pluma Solidaria.
“Necesita salir de sí misma, volverse hacia los demás, encontrar un motivo para levantarse por las mañanas. Sentirse útil para algo o para alguien.”
“Todo lo que piden las asociaciones es tiempo. Sin duda, lo más difícil de dar en una sociedad en la que cada segundo cuenta. Regalar tiempo es comprometerte de verdad”.
En esta otra parte del libro conocemos a un grupo de mujeres que representan las diferentes formas de maltrato que existen por tener este género simplemente: ablación, que nos llevó también a recordar el matrimonio infantil, el maltrato físico, el abandono, la vida en las calles, especialmente dura cuando se es mujer, y también el caso de las mujeres trans.
Soléne se descubre a sí misma junto a ellas, su sensibilidad, encuentra sentido a la vida entre las paredes del Palacio, se siente útil a la comunidad, y encuentra las ganas de ser lo que siempre quiso, escritora. Recuerda a Virginia Woolf “para escribir una mujer sólo necesita un poco de espacio, un poco de dinero y tiempo” y ella los tenía...”ganas de creérselo, de pensar que la vida está delante, siempre delante”. Es un libro de lucha, especialmente de lucha femenina, de Vida con mayúsculas.
El próximo mes leeremos un libro totalmente distinto: “La cucaracha” de Ian McEwan. Como siempre decimos, en un club de lectura se leen libros que a veces no eligirías, y muchas veces se descubren verdaderos tesoros. ¿Qué pasará con éste? En la próxima reunión lo descubriremos.
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