Dos Hermanas y la excelencia. Crónicas de Alfonso Merelo
Ustedes no lo sabrán, pero uno lleva tres años trabajando en la calidad dentro de mis misiones en la Universidad de Huelva. Todo lo que se hace en este tema en cualquier organización ha de tender hacia lo que denominamos excelencia. El servicio o producto debe aproximarse lo más posible a la excelencia y tender a conseguir esta. Digo esto porque los Encuentros de Literatura Fantástica de Dos Hermanas se están acercando, si no lo son ya, a la excelencia. De regreso a mi ciudad, se hace necesario recapitular sobre la experiencia de estos dos días en los V encuentros que acaban de concluir y para ello podemos ver como éstos están cumpliendo parámetros cada vez mas “excelentes”.
En primer lugar, la ubicación de los encuentros, en el Centro Cultural La Almona, resulta prácticamente perfecta. El salón de actos es amplio y cómodo, si bien esperemos que el aire acondicionado tenga a bien funcionar ya para el año próximo cuando el centro esté definitivamente terminado –quedan algunos retoques. El Centro Cultural está a dos pasos del ayuntamiento, con aparcamientos cercanos y con bares, restaurantes y “pubs” donde se puede ir a charlar con los amigos y tomar unas tapas. En este aspecto queda patente la idoneidad del local. Los medios con los que se cuenta son apropiados, aunque se hace ya necesario para próximas ediciones un micrófono inalámbrico para poder ser usado por el público.
En segundo hay que destacar la dirección de los encuentros, encabezada por Carmen Gómez Valera impulsora y firme soporte de éstos , a la que acompañan personas tan válidas y eficaces como Almudena Trujillo, la amabilidad personificada y la sonrisa permanente, Teo Palacios, eficiente “relaciones públicas”, y José Ángel Muriel, enlace con todos y todo, Ernesto Fernández, coordinador necesario, amen de algunos voluntarios mas que no recuerdo sus nombres.
En tercer lugar el programa confeccionado para este año se ha mostrado lo suficientemente atractivo y variado para interesar a todos los asistentes. 130 inscritos es una cantidad nada desdeñable de aficionados que acuden un año y otro a estas jornadas.
Las actividades comenzaron con la conferencia inaugural pronunciada por Jerónimo Tristante que desarrollando el tema “La realidad está en crisis” nos hizo sonreír, reír y pensar en lo hartos que estamos de la realidad y por qué buscamos la evasión en la literatura fantástica.
Teo Palacios se encargó de moderar la mesa redonda de la mañana en torno a las “Artes y oficios en torno al libro fantástico”, que contó con Mamen de Zulueta (agente literaria), David González (Editor de Berenice) y Olalla García (traductora). Se tocaron estos tres temas tan interesantes, en los que cada uno de los invitados nos ilustró acerca de sus cometidos y tareas.
Por la tarde, la primera mesa redonda tuvo por maestro de ceremonias a Pepe Carrasco, que moderó con pulso magistral el tema “¡El papel ha muerto, vivan los bits”. Teresa Petit, Jesús García y Javier Márquez fueron los contertulios cubriendo las facetas respectivamente de editora, librero y escritor. Fue uno de los debates mas encendidos de las jornadas. Es indudable el interés de los asistentes por este tema y, naturalmente, se produjeron opiniones encontradas. Yo me quedaría con una frase de Javier Márquez: “lo que no se puede tocar, en referencia a los textos electrónicos, para el consumidor no tiene valor. Hay que educar a los lectores de que electrónico o en papel el libro tiene costes y que hay que asumirlos”.
Por último la tarde noche se cerró con una conferencia Teórico práctica sobre el papel del narrador en la literatura fantástica. Diego Magdaleno y Filiberto Chamorro. Nos obsequiaron con un interesantísimo y divertido monólogo relacionando el cuento fantástico con el erótico en una demostración de que las etiquetas no son siempre efectivas.
Este día se hizo la presentación de dos libros, “10 billetes para el fin del mundo” del del Círculo de Escritores Errantes, la colección "Tu decides la aventura", presentada por Pepe Carrasco y Jose Ángel Muriel y “El humo en la botella” de Juan Ramón Biedma.
El domingo día 3 comenzó con la conferencia. “Cómo escribir sin entrar en crisis” impartida por Joaquín Londáiz, que se explayó contando sus problemas y alegrías al escribir.
Para finalizar los encuentros, el que suscribe, moderó una mesa redonda con el sugerente título “La Atlántida: Mundos en crisis”, en la que intervinieron José Ángel Muriel, Javier Negrete, Joaquín Londáiz y Juan Manuel Cortés Copete. Los conocimientos de los contertulios quedaron patentes y cada uno de ellos expuso, desde diferentes puntos de vista, qué es lo que tiene la Atlántida para ser tan “apetecible”. Desde mi punto de vista, y es una de las ideas que lancé, esta querencia se debe a la “santificación” del mito por parte de un peso pesado como fue Platón. Pero y si, como bien dijo Javier Negrete, ¿todo hubiera sido una broma de Platón? Los ponentes no nos pusimos de acuerdo acerca de la veracidad o no del mito. El debate quedó servido.
La última pata de este análisis de excelencia son los asistentes. El nivel de participación, y de conocimiento y ganas de aprender, es mucho más que el habitual. El feedback entre ponentes y asistentes es de los más altos que he podido comprobar en otros congresos de esta índole, e incluso en más de uno académico convencional. Los asistentes son, en su mayoría, andaluces, pero ha habido representación de casi todas las Comunidades españolas, lo que da una idea del interés que despiertan los encuentros. Y además, por diez euros, la comida está incluida en la inscripción, de manera que organización, ponentes y asistentes, se mezclan en las mesas dispuestas en el palacio de Alpériz.
Los V encuentros de literatura Fantástica de dos Hermanas han sido una demostración clara de que el trabajo bien hecho tiene sus recompensas y que, aunque el presupuesto no sea exagerado, las buenas ideas son las que en definitiva hacen que algo triunfe.
Sí, ansiosos lectores, llega ahora la parte descriptiva de lo que paralelamente supone el acudir a estos “saraos”. Es, en definitiva, contar como se produce el reencuentro y el encuentro con nuevas personas. Unos amigos no nos vemos salvo de año en año, otros los conocemos y enseguida se establece un feeling. Siempre pasa y, afortunadamente, es otro de los alicientes, importantísimo, que sirven para vencer la pereza y desplazarse cientos de kilómetros para acudir a la cita.
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