El club de Lectura "Los que roban libros y regalan palabras" comenta El Hereje de Miguel Delibes

Hay tardes buenas y tardes no tan buenas, y de esto saben muchos los toreros. La del pasado 16 de noviembre fue una tarde buena, de oreja y rabo, por recurrir de nuevo al argot taurino, para los miembros del club de lectura Los que roban libros y regalan palabras. Ya son muchas tardes juntos en torno a la literatura y poco a poco la complicidad es mayor entre sus integrantes, algo que quedó patente en el debate generado en torno a El Hereje, la última creación de Miguel Delibes que nos tocó comentar.

Para alguno, ¿verdad, Curro?, por la indigestión que el final del libro le había causado, el encuentro sirvió cual sal de fruta contra el ardor que puede dejar en el estómago plantearse si este canto a la libertad que es la vida de Cipriano Salcedo, que muere sin traicionar ni a los demás, ni a su persona ni sus ideales merece realmente la pena. Esta fue la idea central que sobrevoló la reunión que, previamente se había iniciado con la lectura del acta del encuentro anterior con José Carlos Somoza y su Caverna de las ideas a cargo de nuestro compañero Javier. Abogado de profesión optó por un lenguaje procesal, que gustó a los presentes, comparando la pasada reunión del club con un juicio contra Somoza, en la que los participantes se posicionaron en defensa o acusación frente a su mundo de las ideas.

Somoza dio paso a Delibes sin mucha dilación, sólo la impuesta por ese silencio inicial que se crea antes de que las ideas lo rompan y comiencen a fluir. Se comenzó tanteando la posibilidad de que los hechos que Delibes cuenta en su hereje sean reales o cien por cien inventados, proponiendo que el tema de la herejía y la inquisición sea una mera excusa para hablar de un hombre de conciencia como fue definido su protagonista Cipriano Salcedo.

El sentimiento de culpa, tan presente en el catolicismo y criticado por el protestantismo, fue otro de los temas que dieron pie al debate, llegando a la conclusión de que resulta muy complicado romper con ese sentimiento de culpa cuando nacemos con el estigma del pecado original.

Pero la religión no fue el monotema del encuentro en torno a la novela más esperanzadora del escritor vallisoletano, como se definió durante la reunión. Incluso se planteó la opinión de que este tema, a pesar de ser uno de los ejes vertebradores principales de esta creación, sobrevuela la obra de una manera más difusa, frente al peso que adquieren otros aspectos cotidianos e la vida de Salcedo. Destacándose la importancia que había tenido su dura infancia en la construcción de un personaje

de conciencia y compromiso.

También se habló de la bien reflejada vida en la Valladolid de finales del XVI, así como sus continuas y precisas referencias a la vida de los hombres y mujeres de campo. Sin dejar atrás la faceta innovadora de Cipriano en el mundo de los negocios, atreviéndose alguien a compararlo con Giorgio Armani por el impacto ocasionado con sus creaciones textiles.

El Hereje, una novela que no ha dejado indiferente a nadie, con mensaje esperanzador incluido, y con la que Miguel Delibes, según Curro, había logrado quitarse de encima 80 años de dictadura.

El encuentro se despidió dando la bienvenida a El beso de la sirena de Andrea Camilleri.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
y voy de nuevo a intentarlo.
el esfuerzo q vamos haciendo y me crea un futuro me gusta y estimula a soñar con fundamento.
Y el "vervo" se hizo carne,continùa ¿ Me pregunto si la sirena se merienda al curioso?Nuevamente la metáfora y los diferentes finales posibles para los varones,sgún veamos a la mujer...

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