El club “Manantial” comenta “La Fontana de oro”

Foto vía Biblioteca Digital Mundial


Dos meses hemos tardado en leernos esta novela de Pérez Galdós, que nos ha trasladado al Madrid de principios del S XIX, en pleno trienio liberal,  cuando Fernando VII tramaba complots y envenenaba al pueblo hasta conseguir finalmente lo que él llamaba “sus derechos”.
Hemos paseado por Madrid, sus plazas, calles, comercios, todo  detallado al hilo de una descripción minuciosa, tanto, tanto  que nos han entrado unas ganas terribles de coger un tren y hacer una ruta galdosiana por la capital, aunque sea en un solo día, para pasear  por el Prado, saludar a Cibeles y Neptuno, transitar por la Calle Mayor y degustar un bocadillo de calamares.
Entre los temas debatidos:
. El uso que Galdós hace de la literatura para criticar situaciones y personas, así figuras como el rey Fernando VII es descrito como un monstruo y un tirano en todo un capítulo en el que no sólo caricaturiza su físico sino que dedica varias páginas a definir su personalidad  y a describir sus hazañas “ encendió de nuevo las hogueras de la Inquisición, se rodeó de hombres soeces, despreciables e ignorantes, …persiguió la virtud, el saber, el valor; dio abrigo a la necedad, a la doblez, a la cobardía”
. El uso de la caricatura para describir a determinados personajes, como por ejemplo a las tres hermanas Porreño, léase el capítulo titulado: “Las tres ruinas”
. La capacidad para trasladarnos a escenarios, bien sean domésticos o urbanos, contribuyendo a ello sus detalladas descripciones.
. El dominio sobre las masas -¿Era la gente tan simple como se describe?-  pregunta una lectora.
. La inevitable comparación de aquella época con la situación política actual, el bipartidismo, la manipulación de información.
. Los discursos en los cafés de entonces comparados con el exceso de medios de comunicación que existe hoy.
. El sentido del humor en Galdós, se leyó el capítulo “Virgo potens” en el que Paulita sufre un desmayo tras ser rechazada por Lázaro y Salomé y Paz se abalanzan sobre las monedas de oro.
. La crítica a la Iglesia.
. Los recorridos por Madrid como un ejemplo, el capítulo: “El Viacrucis de Clara”.
La lectura de Don Benito no fue a gusto de todos, algo más de la mitad del grupo manifestó que había disfrutado enormemente con su prosa magistral , pero otros confesaron no haber podido terminar un libro que se les atravesó por pesadez, incluso alguien comentó que le deprimía enormemente por la bajeza moral de algunos personajes. Una vez más, los partidarios y los detractores pusieron sobre la mesa sus opiniones a favor y en contra, debates que fueron dulcificados por un pastel que trajo Mercedes Ruiz por su cumpleaños.
Para terminar, Mercedes García leyó unas hermosas palabras escritas en nuestro cuaderno viajero con las que reflexionaba sobre la similitud de la historia de “La Fontana de oro” con algunas situaciones y hechos de actualidad.
El próximo libro a comentar: “La voz dormida” de Dulce Chacón, la reunión será el 14 de abril, -qué casualidad, -  el día de la República- comentaron algunos.

Mª Carmen Gómez (coordinadora del club)


Comentarios

Entradas populares