"Olive Kitteridge" de Elizabeth Strout
"En general, cuando vivían la vida, las personas no eran lo suficientemente conscientes de que la estaban viviendo"
Trece cuentos que leídos independientemente dibujan una parte de los habitantes de un pueblo costero de la Costa Este de Estados Unidos, y que leídos como un todo nos muestra la vida de la mujer que da nombre al título del libro "Olive Kitteridge".
La historia gustó a la mayoría, fue una de las reuniones de este club en las que las emociones estaban más a flor de piel. Todas las integrantes del mismo, se vieron en un momento reflejadas con algún episodio de la vida de Olive. Una mujer muy sincera, directa y en ocasiones, según Silvia y Concha, algo maleducada, y marcada por el suicidio de su padre.
La escritora disecciona con gran maestría la red de relaciones que se establece entre los habitantes del pueblo, así como la psicología de cada uno de ellos, para que al final la historia sea un todo bien orquestado en el que las trayectorias vitales de cada uno terminan cruzándose.
En cuanto a la estructura de libro, no tiene una secuencia lógica, dentro de cada relato va hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, hasta que sin darnos cuenta leemos más de 25 años de la vida de una comunidad que es vista con minuciosidad por los ojos de la escritora, como si mirase por cada una de las mirillas de las casas de los habitantes de Cosby (así se llama el pueblo).
Hubo también momentos de risa, recordando el "incidente" en el hospital y lo absurdo de la historia.
Es un libro muy visual, como dijo Pilar: "la escritora tiene una forma tan rica y simple a la vez de expresarse, lleno el vocabulario de matices y sutilezas que pareciese que estaba visualizando uno de los cuadros del pintor Edward Hopper."
Tarde en Cape Cod. Edward Hopper |
Uno de los momentos más emotivos fue cuando decidimos leer el párrafo final del libro, que podemos resumir sin caer en desvelar nada, en palabras de Isabella como: "...lo mejor de la vida es vivirla con intensidad, ya que es tan corta, efímera y valiosa, y no podemos retener ni un segundo de ella como no sea en nuestra memoria"
Hemos llorado de emoción con la magia de la literatura, la literatura que nos une, nos da fuerza y nos llena de esperanza.
¡Hasta el próximo libro!
Ana Asencio (coordinadora)
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