El club de lectura “Zenobia” comenta “Patria” de Fernando Aramburu
“La
condición humana no se puede describir sin tener también en cuenta los
comportamientos de las personas, lo que se piensa, lo que se dice y lo que se
hace. Así, una novela no responde a la pregunta de qué pasó —que también—, sino
a la de ¿cómo se vivió aquí? Y el lector se pone entonces en la situación de
preguntarse: ¿qué habría hecho yo?” (Fernando Aramburu)
A
ningún miembro del club ha dejado indiferente la historia de las familias de
Miren y Bitori, dos amigas entrañables que ven separados sus caminos por E.T.A.
Una
tiene a un hijo preso en una lejana cárcel andaluza por crímenes de sangre y
pertenencia a banda armada, la otra es viuda de una víctima de la organización.
Ambas, mujeres fuertes, matriarcas de sus respectivos clanes, serán los ejes de
la novela.
En
torno a ellas, los distintos personajes de la novela, casi todos miembros de
las dos familias, van evolucionando a lo
largo de la historia.
El
club los va analizando uno a uno: El Txato, emprendedor, generoso y valiente.
Joxian, el marido de Miren, apocado, sensible ¿cobarde? Joxe Mari, el etarra,
¿cómo llega un chaval a meterse en una banda terrorista armada y llegar a matar
a otros de su mismo pueblo? , Gorka, tal vez la imagen en la que más se refleja
el propio Aramburu, Arantxa, la conciliadora, la que más se va creciendo,
Nerea, la huérfana que no entiende, que no quiere que otros sepan.
Comentamos
acerca del título ¿Por qué Patria? ¿Qué significa? Curiosamente, algunos
piensan que habla de España, otros opinan que no, que a lo que hace mención es
a las organizaciones que se apropian del concepto “patria” y de cómo se utiliza
la patria para manipular a la gente.
Nos
llama la atención el lenguaje utilizado por ese narrador desconocido, un
lenguaje que plasma la forma de hablar de los vascos y que describe en, muchas ocasiones, con
dobles expresiones- estaba todo hablado/roto-.
Hablamos
también del papel de la iglesia, lo mal parado que sale el personaje del cura,
Don Serapio.
Nos
preguntamos también, cual habrá sido la actitud y opinión de los vascos ante
esta novela, alguien comenta que en localidades como Hernani, el libro ha sido
duramente criticado.
Pero
de lo que más hablamos es de las dos mujeres: Miren y Bitori, a pesar de los caminos tan distintos
que han tomado podemos llegar a entender sus razones.
Miren se radicaliza por su hijo, está con él
ciegamente, más allá de razones. Alguien apunta que también la mueve cierta
envidia hacia su amiga, porque Bitori, gracias a su marido, ha conseguido una posición económica muy
superior a la de ella.
En
cuanto a Bitori, está obsesionada por escuchar de labios de los asesinos de su
marido la palabra “perdón”, no comprende el asesinato, el mirar hacia otro lado
de la gente, el olvido de la historia
reciente. Al contrario que Miren, quien reza a San Ignacio en la iglesia, ella
ha dejado de creer, con quien habla es con su marido cuando lo visita en la
tumba.
El
club ha agradecido la lectura de una obra que los ha tenido enganchados a la
historia y pendientes de unos personajes que se han colado dentro de sus casas
y los han acompañado en estos días.
La
próxima reunión, el 21 de noviembre para comentar La rubia de ojos negros
de Benjamín Black.
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