Club de Los Rolis, Déjalo, ya volveremos
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Reina está angustiada, porque ve silencios, murmullos y sabe que algo pasa en su familia y en su entorno y se lo están ocultando, ella es una niña que piensa mucho, observa mucho , se obsesiona mucho y se preocupa mucho. Efectivamente su inquietud tiene un fundamento y es que su familia, judíos sefardíes, tienen que huir de Tetuan a la península, concretamente a Madrid porque han aumentado las presiones sociales contra los judíos en el norte de África, esto acontece en lo primeros años de la década de los 60 del siglo xx.
La historia de Reina es la historia de cualquier niño o niña educados en familias que son muy ortodoxas, familias donde no pueden pensar, ni opinar, ni actuar libremente, cuyo desarrollo y evolución personal está sesgado. Los niños criados en estas familias deben sufrir mucho y sentir una dualidad muy desconcertante cuando tengan que convivir en colegios, institutos y universidad con personas de su edad tan diferentes.
Por desgracia las religiones, las ideas políticas y tantos otros "---ismos" que radicalizan, acaban siendo fanatismos y complican la vida de propios y ajenos.
En esta novela están muy presentes las celebraciones y los ritos, los utilizan además como transmisión y ejercicio de memoria, pretenden evitar el olvido.
Isaac, el padre de Reina a quien adora recita con mucha frecuencia, son citas que aluden a fechas de éxodos y desagravio al pueblo judío.
Las reuniones de familias judías en sus fiestas y ritos mantienen la unión entre ellos, el sentimiento de ser un pueblo perseguido, manteniendo así una endogamia y obediencia incontestable.
La madre de Reina le dice que no se puede casar con un no judío. Y Reina se pregunta si sus padres estarán enamorados.
Como el resto de las personas en sus comunidades hay soberbia, humillación y resto de miserias. La abuela paterna de Reina humilla a su madre, con la que Reina tiene un afecto que no acaba de fluir.
El juego del "pasaporte falso", es la transmisión de la historia del barco Prisce que se hundió al poco de partir hacia Israel y cuyos pasajeros soñaban con llegar a la tierra prometida, utilizan el juego incluso como un ejercicio de memoria y evitar el olvido.
Reina tiene problemas de comunicación, siente incomprensión y soledad. Se pregunta cuál debe ser su relación con Dios.
Ella piensa que para ella es a quien ella le puede pedir.
Para su abuela es alguien que castiga.
Para su padre es alguien que todo lo ve.
Para su tío es alguien estricto y exigente.
Y para su madre es alguien lleno de amor.
Y en ello están.
Quizá el momento de leer este libro haya sido un poco delicado, porque la visión de los judíos que sufrieron persecución y el holocausto no tiene nada que ver con ciertos judíos de ahora que tienen al mundo en jaque y está siendo verdugos de otro holocausto con los palestinos.
En fin, que llegue la paz acabe tanto sufrimiento.
Nos despedimos hasta que nos reunamos en octubre para seguir compartiendo libros.
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