Celebración del Día del Libro

Como cada año, el pasado lunes 23 tuvo lugar la celebración del Día del Libro en la biblioteca. A las 18.00 horas la directora daba la bienvenida a la actividad a los miembros de los clubes que habían sido citados para la lectura en voz alta tanto de fragmentos de libros leídos en las reuniones de los clubes como de pasajes de los cuadernos viajeros de cada club.
Comienza pues la actividad haciendo un breve recordatorio del nacimiento allá por al año 2002 en la biblioteca de Montequinto del primer club de lectura, que fue propuesto como una actividad extra por un grupo de mujeres quinteñas a la biblioteca, y cómo desde esa fecha la actividad ha ido creciendo con la creación de más grupos, en el 2003 se crea el primero en nuestra biblioteca, hasta llegar a hoy, que contamos con cinco grupos de lectura de adultos, uno juvenil y el más reciente creado hace un par de meses, el club de lectura en inglés.

Rompe el hielo Manuel, del club de lectura manantial que lee una nota del cuaderno viajero relacionando la lectura del libro Amores contrariados de Collette con su cajón de pensamientos en el que guarda según él “aquello que no quiero recordar, pero tampoco quiero olvidar”. Terminando con un dibujo sobre ese cajón de pensamientos.

Nina, del club de lectura Zenobia, que fue la primera que escribió en el cuaderno de su club sobre el libro La bastarda de Estambul, nos hizo reír a todos contando cómo de la ilusión, los nervios y las ganas de hacerlo bien escribió mal el título del libro y tuvo que ir corriendo a por un borrador en crema para poder remediarlo. De la lectura del libro sacó un mensaje esperanzador sobre la vida que nos transmitió a todos, Nina dice: “no puedo cambiar la dirección del viento, pero sí cambiar la dirección de las velas para llegar a mi destino”.

LLegó el turno de Isabel, una de las integrantes del club de lectura Ladrones de Libros que además, debido a la baja por maternidad de Almudena, la coordinadora, se está haciendo cargo del mismo hasta su vuelta. Leyó un fragmento del cuaderno viajero escrito por Ana Amián, el que ilustró con un marcapáginas pintado por ella que acompañaba a sus reflexiones sobre el libro "Memorias de Ceniza" de Eva Diaz.

También el recién nacido club de lectura en inglés hizo su aparición en la actividad, de la mano de Mila, la coordinadora y de una de las integrantes del mismo, ambas coincidieron en lo enriquecedor del club, y en la ilusión de compartir con otros la lectura y la práctica de otro idioma.

Pilar, del club de lectura de Ana, tomó un fragmento de uno de sus libros preferidos leídos en esta temporada, Contra el viento del norte de Daniel Glattauer, una novela de amor de género epistolar "moderno", ya que las cartas que se intercambian los protagonistas y que son las que ayudan a que se conozcan y se terminen enamorando son e-mails, y según  palabras de Pilar "para que veáis que el género epistolar no ha muerto".

Le llegó el turno a Curro, integrante de un club de lectura, además de reciente coordinador del club de lectura Los que roban libros y regalan palabras, que leyó una carta del grupo dirigida a Helene Hanff, la escritora y protagonista del libro de género epistolar, esta vez sí, a la antigua usanza "84 Charing Cross Road", y de su intervención destacamos una frase "el amor coñazo, que libera pero deja en la cárcel".

Beli, del Club de Lectura Manantial, lee del cuaderno viajero lo que ella misma escribió para inaugurarlo, nota que titula No seré papel vacío, hace además la crónica de 84 Charing Cross Road, libro que según ella es "sencillo, profundo y con pinceladas de amor", y pensamos que debe ser algo más que eso ya que terminó comprándoselo...

Y continuamos con un "Matrimonio perfecto", de la mano de Mª Carmen del Club de Lectura Zenobia, que se llevó el cuaderno de su club a París y escribio allí la reseña, ¡éste sí que es un cuaderno viajero!

Triplete de Anas

Ana, la coordinadora del club de lectura que lleva su mismo nombre, aprovechando que el libro El lector de Bernhard Schlink, en su título original es el que lee en voz alta, leyó un pasaje del mismo para todos.
Ana, del Club Manantial, hace una pequeña crónica de su paso por el club. Ana, del Club Zenobia lee sobre "Pequeñas Infamias" de Carmen Posadas, diciendo que las infamias eran tan pequeñas que el libro se le quedó sin sustancia.





Y envueltos y atrapados que estábamos con la lectura, le tocó el turno a Chari, que esta vez, con su lectura siguió envolviéndonos de la mano de Seda de Alessandro Baricco. Én palabras de ella misma: "lo leí en un momento duro de mi vida, en el que me sentía gusano y al acabarlo me hizo sentir crisálida".

 No todo fue prosa en esta tarde, también le llegó el turno a la poesía, único libro del género leído por un club de lectura, por el de Zenobia. Carmen, sacó del mismo una frase aplaudida "la experiencia no tiene nombre, tiene latidos" y destacamos su impresión como ella misma dijo "llegar al fondo de estos poemas es llegar a nosotros mismos y descubrirnos".

Aurora, de Zenobia, la cual tuvo protagonismo doble, no sólo por la lectura del cuaderno y cómo describió a su grupo "como semilla abonada nace y crece este grupo", también por el exquisito bizcocho de nata que trajo para la merienda posterior.

Terminando las lecturas de la tarde, tenemos a Saskia, la lectora más jóven de los clubes de lectura que nos hizo viajar a la Inglaterra de Jane Austen de la mano de Emma y Maria Dolores, que leyó sobre la obra del Premio Nobel de literatura Orhan Pamuk Me llamo rojo, de la que dijo que realmente por mucho premio que tuviese, no lo había llegado a entender del todo.

Y para el final se dejó la lectura que hacía Beli, de las reflexiones escritas por Almudena, reflexiones escritas con el corazón, como es ella, y leídas y escuchadas con cariño y emoción por los allí presentes.

Y claro , llegó el turno de los tés, las pastas, de degustar el rico bizcocho de Aurora, que por cierto, se comprometió a darnos la receta para publicarla aquí y de lo mejor, de disfrutar de la compañía de amigos unidos por el sencillo placer de leer...