El espejo del monstruo






15 de enero de 2013

El espejo del mostruo/J.R. Biedma

Tras la lectura de “el espejo del monstruo” de Juan Ramón Biedma tuvimos la suerte, el pasado martes, de reunirnos con el autor.
Juan Ramón Biedma, autor de varias novelas, vive en Sevilla y tuvo el detalle de pasar la tarde con sus lectores.

No faltó la prensa local a quienes agradecemos, una vez más, el apoyo incondicional a las actividades que realizamos desde la Biblioteca.

Al principio nos sentíamos un poco intimidados y fue el mismo autor quien nos animó a preguntarle y decirle lo que nos había parecido el libro, que le ayudáramos a recordar la historia porque hacía ya bastante tiempo que la escribió, y así fue como se rompió el hielo y entre infusiones y pastas nos fue desvelando algunos secretos, si bien es cierto, que de otros no soltó ni prenda, como por ejemplo porqué los títulos de cada capítulo comienzan por “R”.

Hablamos de la crueldad infantil, de la crueldad humana en general. De que nadie es bueno ni malo del todo. De la venganza y de lo que es horror para unos y para otros, no, dependiendo del contexto y de las circunstancias.

La pregunta más repetida ¿era necesaria tanta sangre, tortura y asesinato?

Se habló del lenguaje, de los escenarios de una Sevilla “lejana y cercana”, del elemento gótico, de los diálogos tan vivos y la jerga policial de la novela negra con la que el autor parecía sentirse tan familiarizado.


Alguien dijo que no le parecía una novela negra porque llevaba un mensaje.

- ¿Como que las novela negras no llevan mensajes?, se defendió Biedma.

-“El verdadero monstruo de la novela es Austria”- comentó alguien.

-Efectivamente, debo otra novela a Austria, ese personaje da mucho juego ¿os la imagináis con unos años más? , comentó Biedma quien también nos habló de la novela gráfica que está a punto de terminar y de otro proyecto que está iniciando, una novela titulada: “Londres 1841”.

Nos confesó que en su mesilla de noche tiene actualmente una novela de Dickens “Oliver Twist” y que es ferviente lector de los autores del XIX y un gran admirador de Pérez Galdós, también nos dijo que en la vida no siempre salen las cosas como a uno le gustaría y que eso es la marca de sus historias.

Regalamos a Juan Ramón Biedma una garrafa de aceitunas aliñadas al estilo nazareno, pero antes de marcharse con sus aceitunas a Sevilla nos dedicó unas hermosas palabras en nuestro cuaderno viajero y nos dio un consejo: “No seáis holgazanes para leer, no os estanquéis en la literatura de siempre y aventuraos a leer otros género, otros autores y otros libros diferentes”.


El grupo le hizo caso y eligió “Adverbios” de Handler. El libro será comentado en la próxima reunión que tendrá lugar el 5 de febrero.

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