Un mundo de símbolos llamado Kafka en la orilla
Foto vía "Vagón 293" |
Hay escritores que te enganchan con su escritura, escriban
lo que escriban y cuenten lo que cuenten en las páginas de sus libros. Son
autores con un halo especial, con un magnetismo en sus palabras, que consiguen
mantenerte en vilo en su lectura, aunque el libro supere las 500 páginas y
cuando llegues al fin no sepas exactamente qué es lo que has leído o qué ha
querido transmitirte el escritor con esa historia.
Esto es lo que nos ha pasado, en líneas generales, a Los
Rolirepa con nuestro primer acercamiento a la literatura de Haruki Murakami y
su Kafka en la orilla. Un libro sobre
el viaje iniciático, cada uno en su universo, de dos personajes, muy diferentes
pero complementarios, en cierta medida, que recorren una gira circular en la
que nunca cruzan sus caminos, aunque los escenarios sean, en algunos momentos,
los mismos.
Un libro que ha gustado en el dinamismo y estructura de la
historia, pero no en la consistencia de la misma, ya que la metáfora que la
envuelve en la totalidad de su transcurso o desarrollo te impide dilucidar con
claridad sobre lo que estás leyendo.
Murakami crea un submundo con sus personajes protagonistas, Kafka y
Nakata, y los secundarios que lo rodean, en el que no sabes o llegas a
comprender dónde empieza la realidad y dónde la ensoñación.
Son quizás los personajes las piezas claves de este libro.
Todos y cada uno de ellos aportan algo importante a la historia y lo hacen
desde una perspectiva de figuras ficticias muy bien dibujadas por el autor y
que nunca dejan de sorprenderte. Todos tienen una gran fuerza narrativa y
complementan a la perfección los dos mundos que se enfrentan en sus páginas.
Uno, el del conocimiento y la cultura, en la persona del joven Kafka Tamura, y
el otro el de las cosas simples y tradicionales, quizás, más irracionales, que
encarna el señor mayor, Nakata.
La lectura de Kafka en la orilla también supone un paseo o
viaje por los rasgos más importantes de la cultura japonesa, ya que Murakami
hace un despliegue de valor incalculable sobre los principales nombres de la
música y la literatura, sobre todo nipona, aunque también con retazos de otros
rincones del mundo.
La sensación final de los integrantes del club de lectura de
Los Rolirepa era la de haberse enfrentado a una serie de historias inacabadas,
que nunca se cierran, y aunque vayas buscando un punto y final, algo o un
indicio que te aclare todo lo que está sucediendo, eso nunca llega. Todos son símbolos y, como tal, cada cual
debe darle el valor o la interpretación que considera oportuno.
Recuperados de la lectura de Kafka en la orilla, viajamos a
otro rincón del mundo, a Kabul(Afganistán) para volar con la lectura de Cometas
en el cielo de Khaled Hosseni. Nos vemos el día 14 de enero. Hasta entonces,
Feliz Navidad.
Fran Ricardo (Coordinador del Club)
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